Publicado por: @Melissa Ruiz el 06/17/2015
base

Nunca serán suficientes los consejos que podamos obtener, cuando se trata de aplicarnos nuestro maquillaje y hacerlo bien. Ningún producto que nos pongamos es más importante que otro pues depende del estilo que tengamos, la ocasión, evento o lugar al que vayamos y que amerita un look mejor que otro, y también ocurre que no todas las mujeres usan todos los productos cada día.

En cualquier caso, cualquier producto tiene una manera correcta de aplicarse y aunque varíe el estilo y gusto de la persona, es mejor saber aprovechar todos sus beneficios y garantizar que dure por más tiempo. Por ejemplo las bases que usamos cuando empezamos a maquillarnos, esas que nos ayudan a ocultar manchitas y detallitos que no nos gustan mucho, podemos aprender a aplicarlas de maneras bastante útiles y sencillas.

Varias mujeres usan sus dedos mágicos para esparcir la base en toda su cara, y no está mal, ellos resultan ser muy buenas brochas cuando no tenemos las de verdad. Aquellas que no tienen muchas imperfecciones y pueden distribuir solo un poco de producto en toda su cara, les funciona. Lavarse las manos muy bien se vuelve una obligación para evitar que te salgan granitos y se te ensucie la piel en exceso. Sin embargo no sería mala idea que te valieras de las herramientas creadas especialmente para esta tarea.

Por ejemplo, las espumas en diferentes formas, son suaves y compactas, lo suficientemente fuertes para hacer presión cuando se necesita pero muy suaves para que no dañen nuestra piel. Aprovecha las formas, pues las redondas sirven para toda la cara pero y las esquinas o lugares pequeños y estrechos como los ojos? Aquella que parece una lágrima, te permite llegar a ambos lugares, las mejillas amplias y mentón con la parte más ancha y su parte aguda para los extremos de los ojos. Para las bases líquidas son perfectas. Recuerda lavarla a diario para evitar infecciones, o conseguir las que son desechables.

Las brochas logran formar una capa más pareja de la base en todo tu rostro. Aquellas grandes y redondas logran esparcir mejor el producto, haciendo movimientos circulares por toda la cara. Hay otras cuyas cerdas son de diferentes largos, que con finos golpecitos ayudan a acomodar mejor la base en cada esquina y lugar de la cara.

Los detalles van en cada mujer, pues si tienes unas ojeras muy pronunciadas necesitarás más producto allí, o acudir al corrector. Los polvos, siempre de acuerdo a tu tipo y tono de piel, también distribuidos de la mejor manera y ya en cuestión de sombras y labial, elige la que más te guste sin exagerar. Prueba las herramientas que te recomendamos y escoge la que mejor se adapte a ti!