Publicado por: @Melissa Ruiz el 01/19/2017
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Aunque sea verdad que las relaciones (cualquiera de ellas) son bastante complicadas y mantener las amistades en los mejores términos sea una tarea difícil, esto no nos puede servir de excusa para salvarnos de esos malos hábitos que estamos teniendo y que nos hacen una mala amiga. Será que si te haces la pregunta y empiezas a cuestionarte, recuerdas que actitudes o que tipo de comportamientos estás teniendo, para considerarte buena o mala amiga? Probablemente digas que no estás haciendo nada demasiado grave, pero te sorprenderá saber que ciertas cosas que haces le afectan a los demás, sobre todo a esos que quieres.

Hay una verdad que ha permanecido ahí, al alcance de todos para que la veamos pero un tanto oculta que preferimos hacerla a un lado. Los hombres suelen ser mejores amigos que las mujeres, y una de las razones puede ser que su naturaleza es menos complicada, son más sencillos, prácticos y muy leales. En cambio las mujeres no perdemos detalle, y aunque eso sea una cualidad, ciertas veces se vuelve un problema, nos complicamos mucho, no olvidamos o dejamos ir fácil las cosas, tendemos a ser supremamente emocionales cuando es necesario ser más racionales a veces, y eso se vuelve una olla a presión. Sabiendo esto, el primer consejo es que antes de cualquier cosa, te tomes unos segundos para dejar a un lado las emociones y enfriar tu cabeza.

Hay que bajarle los niveles al sentido de competencia, pues ella es tu amiga, no tu rival, aunque a veces te saque de quicio. Las dos necesitan tener claro las metas que quieren alcanzar, para que cada una tome su propio camino al éxito personal, pero si se mueven en areas o campos similares, piensa que una puede ser un soporte para la otra. Puedes alegrarte por sus logros aunque no los tengas tu, pues tu cariño por ella es genuino, y una verdadera amiga celebra los triunfos ajenos, no se carcome de envidia o desea el mal. Disfruta compartiendo lo bueno que a ti te pasa y también lo que a ella le pasa, pues esto fortalecerá su amistad porque existe un interés real en la otra persona y su bienestar.

Cuidado con ser amigas chicle. Aunque les guste compartir muchas cosas y hagan varios planes juntas, recuerda que cada una debe tener su espacio, una vida privada y momentos en los que necesita estar sola. Recuerdas si has estado invadiendo sus espacios de más? Permite que tenga un par de días para ella y que de vez en cuando sea ella quien te busque y cuando lo haga, escúchala! no debes siempre contarle todos tus problemas y monopolizar las conversaciones con tu vida solamente.

A veces, cuando confiamos tanto en una persona, tendemos a contarle todo lo malo que nos pasa y buscamos en su amistad un refugio, porque nos sentimos a gusto y sabemos que nos puede tender una mano. Pero piensa que es necesario nutrir esa amistad de momentos alegres y divertidos, que no solo se trate de escuchar una desgracia tras otra. Porque no la llamas y le propones un plan distinto? Déjale saber que aprecias que siempre te escucha, estando dispuesta a vivir otros momentos más emocionantes, donde puedan reír, comer algo raro y rico, salir de paseo y hablar de otra cosa que no sean problemas.

Ojo con las críticas, no necesitas una amiga perfecta y tu tampoco lo eres. Lo único que sacas diciéndole como tiene que actuar, hablar e incluso vestirse es que ella deje de contarte ciertas cosas porque sabe que solo encontrará desaprobación en ti. Relájate un poco, recuerda más bien sus aciertos, sus buenas ideas y también cuando tu misma has hecho cosas de la manera equivocada.

No es fácil, pero puedes acordarte que los amigos, los buenos amigos son como esa familia que tu misma escoges, así que aprovecha que esta en tu vida y cuídala para que te dure mucho tiempo!