Tratamientos para el cabello existen muchos y todos deberíamos ser conscientes que nuestro pelo necesita de cuidados extra. El shampoo es para una gran cantidad de personas, suficiente, para otros acompañarlo de acondicionador es obligatorio y existen aquellos que se ponen en la cabeza cuanto producto nuevo se empieza a promocionar.
La mejor respuesta es un equilibrio entre esas posibilidades, como usar shampoo y acondicionador mínimo tres a cuatro veces por semana, y dependiendo del tipo de pelo que tengas, una o dos veces al mes darle una ayuda extra con algún tratamiento especial o mascarilla capilar.
Hoy nos ocupamos de hablar del aceite de coco que se ha convertido en un amigo ideal en el cuidado del cabello, y te contamos como puedes usarlo y beneficiarte de sus propiedades.
Especialmente hacemos un llamado a las personas que tienen un cabello seco, que tiende a verse maltratado, opaco y sin vida, pues si empezamos a consentirlo un poco más le devolveremos la belleza y salud que se merece. Si puedes conseguir tus dos productos habituales que contengan ya este aceite, sería magnífico, pero bien puedes intensificar el efecto si consigues el aceite de coco aparte para trabajarlo mejor.
Te recomendamos usarlos como parte de una mascarilla natural, como por ejemplo mezclando dos cucharadas del aceite con dos cucharadas de miel. Revuelve bien y empieza a aplicar desde la base, es decir untando el cuero cabelludo y masajeando suavemente mientras lo vas extendiendo por el resto del cabello. El efecto es súper relajante y lo mejor es que tu cuero cabelludo es capaz de retener la humedad, hidratándolo y evitando la picazón que resulta tan incómoda muchas veces.
Por su parte la miel, te va a aportar brillo y suavidad, que es súper importante, así que la combinación en este caos funciona perfecto.
Lo recomendable es que lo realices cuando tengas tiempo, como un fin de semana que estés en casa, o incluso en la noche, para aprovechar tus horas de sueño. Aplica la mezcla y después, usa un gorro o una toalla y te puedes ir a la cama. Ambas sustancias actuarán en la noche y al día siguiente, puedes lavar tu cabello como lo haces regularmente, con shampoo y acondicionador.
Por otro lado, puedes usar una mascarilla capilar alterna, como lo es mezclar la misma cantidad de aceite de coco junto con aceite de oliva. Esta combinación intensifica el efecto reparador, suavizante e hidratante sobre el pelo y cuero cabelludo y lo puedes aplicar de la misma manera y seguir el proceso que en el caso anterior. Solo recuerda que al terminar la aplicación, es aconsejable pasar un peine suavemente y sin tirar por todo el cabello, para ayudar a que se distribuyan los aceites mejor.
Usa estos tratamientos con el maravilloso aceite de coco de una a dos veces al mes para que empieces a ver los resultados y recuperes tu cabello totalmente.