Publicado por: @Melissa Ruiz el 11/27/2014
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Ya es suficiente manejar la presión que tenemos al saber que vamos a una primera cita con esa persona que nos gusta. Ahora sumarle una cantidad de recomendaciones que nuestros amigos nos dan, más las cosas que vemos en televisión y el no saber si tratamos siempre de agradar o somos sinceros hasta la médula. Hoy queremos darte unos consejos sobre los NO definitivos que jamás debes hacer cuando vas a una primera cita.

Recuerda que la primera impresión es de suma importancia, por lo que debes olvidarte de cambios extremos, pintarte el pelo de un color radical, escoger la mini falda más cortita, los tacones más altos y el atuendo más llamativo. La mejor idea es que te vean como eres tu, todos los días, sin que eso quiera decir que no te esfuerces por verte muy bien. Escoge algo cómodo, unos zapatos con los que puedas caminar y te sirvan para cualquier ocasión pues no sabes si de repente surja una invitación de improvisto por parte de esa persona, y la verdad se vería muy mal que por culpa de tu ropa el plan se dañara. Puedes revelar un poco nada más con un bonito escote, unos pantalones que te hagan ver bien, que definan tu figura pero que no te hagan ver vulgar, pues no vas a querer preocuparte toda la noche por estar pendiente de lo que se te ve, lo que se corre o se va a caer.

Por ningún motivo hables de tu ex, a menos que surja en la conversación o te pregunten directamente. Limítate a responder por encima y sigue la conversación, pues si te enfrascas en hablar de esa persona de tu pasado se podría mal interpretar y pensar que todavía estás del cuello en esa relación.

No te las des de super héroe en cuanto a los planes y la comida. No pidas platos exóticos y que suenan extraño pero no tienes ni idea lo que son, pues podrías tener algún accidente durante la noche y hasta te podrías enfermar. Al principio ve a lo seguro, con un plato que conoces y te gusta y con el tiempo puedes atreverte a probar nuevas cosas, que de hecho es un súper plan con esa nueva persona. No empieces la primera noche queriendo ser rebelde, vándalo o con ganas de practicar algo extremo, pues se trata de que empieces a conocer a la persona y lo clave es la conversación en un ambiente que ambos disfruten.

Evita hablar de lo que quieres en la relación o lo que esperas de una pareja, como matrimonio, tantos hijos y una casa en tal barrio. Primero que todo porque va a sonar muy desesperado, y segundo, porque no tienes ni idea de lo que va a ocurrir. Tal vez esta persona es tu media naranja, o tal ves es alguien para vivir un romance fugaz y divertido. Lo importantes es que no se pongan presiones sino que disfruten el día a día, como va sucediendo al relación.

Cuidado con cambiar de personalidad! no pretendas ser la más agradable, todo terreno, que come de todo, que se le mide a todo, que es emprendedora, fuerte y super segura de su belleza y sus talentos. Si bien es importante el amor propio y tener auto confianza, también es un gesto de humildad reconocer tus defectos. Si le temes a las alturas, a las arañas, si eres un poco psicorrígida, si no eres buena o bueno para el cine, en fin, es mejor ser auténticos porque si la relación funciona, no podrás sostener que eres esa persona tan diferente que inventaste todos los días de la relación, lo que provocará que la otra persona se aleje de ti.

Recuerda que estas en una cita con una persona, por lo tanto con nadie más. Presta toda tu atención a esa persona, no al chico o chica atractiva que pasa por el lado, no al chat y los amigos que preguntan: como va tu cita??? no al mesero que tanto se demora, no a quien te mira feo de reojo…. el mundo aparte es aparte, y es señal de respeto que escuches a quien esta compartiendo el momento contigo, no coquetees con nadie más ni te demores en una llamada más de 5 minutos. Es descortés, grosero y además puedes perder a alguien valiosos que va a pensar que estas en esa cita por cualquier razón menos porque quieres o te interesa.

Ojo, siempre honestidad, sonríe mucho, la sinceridad y mostrarte como eres es la mejor carta. Todos somos un manojo de virtudes y defectos que nos hacen como somos y esas personas nuevas deben darse cuenta por ellos mismos de lo que valemos.