Si pudiéramos ver bajo el lente de un microscopio, la cantidad de impurezas que recoge nuestra piel durante el día seguramente nos caeríamos para atrás. Y es que nada más con el maquillaje que nos ponemos, nos es imposible ver si hay o no bacterias, si cuando no hemos lavado nuestras manos y aunque nos parezcan limpias, guardamos muchas impurezas.
Todas las mujeres queremos una piel que se vea siempre joven, llena de vida, sin arrugas ni ojeras, sin acné ni resequedad y con un bonito color uniforme. Pues bien, para lograrlo necesitamos adoptar una rutina de limpieza diaria que garantice esa salud de la piel que tanto queremos. Te contamos:
A lo largo del día, dentro de las rutinas que acostumbramos, los lugares donde nos movemos y todo lo que toca nuestra cara, resulta siendo demasiado para ella y en la noche es necesario cuidarla. Por ejemplo hay que empezar por conocer que tipo de piel tienes y no aplicarte cualquier cosa. Si tiende a ser seca usa desmaquillantes espesos, si por otro lado tiende a ser grasa u oleosa es mejor que escojas las tipo gel o leche que sean más ligeras. Además es recomendable que si sufres de acné uses los productos específicos para esto, que ya existen y son muy efectivos, cuidan tu piel sensible atacando incluso el problema de rosácea o heridas a causa del acné.
Para retirar el maquillaje no uses papel higiénico ya que resulta muy áspero para tu piel, y lo que logra es resecarla en los casos de piel seca, también irrita en mayor medida las pieles con rosácea y acné. Prefiere los pomos de algodón que vienen en distintas formas y tamaños, y son muy suaves, absorben el producto que uses para retirar el maquillaje y no te hiere.
Empieza por retirar donde hay más material, como tus labios, el rimel y las sombras, no uses el mismo algodón para todo porque empeoras la mezcla de pigmentos y es más difícil limpiar. No repases fuertemente si no suave y con delicadeza, si es necesario usar uno nuevo no importa. Si te es posible conseguir un hipoalergénico para la zona de los ojos que es tan delicada, hazlo con seguridad.
Para el resto de la piel si puedes usar o dos algodones no hay problema, mientras apliques el producto adecuado para tu piel. Una vez retirado el maquillaje puedes hacerte una mascarilla con avena, miel y un poco de aceite de oliva o aceite de coco. Revuelve en un bowl para formar una pasta que te pones en la cara de manera uniforme, deja que actúe por unos 20 minutos y retira con agua tibia. Ya estás lista para dormir y dejar que tu piel respire tranquila.
Realiza una mascarilla exfoliante una vez a la semana para remover células muertas e impurezas, y limpia tu cara cada noche para oxigenarla, hidratarla y lucirla más joven y viva.