Para nadie es un secreto que la fiebre de los zombies ha contagiado a medio planeta desde el último año y tal vez un poco más. Y no es para menos, tal ves porque encarna a un muerto viviente, es agresivo a la vista, tiene toda una personalidad y es perfecto para asustar a más de uno en esta fecha.
Pero aunque siempre es mejor ir a un almacén especializado y comprar o rentar los disfraces más llamativos, súper elaborados y espectaculares, también es cierto que puede resultar costoso, así que hoy tenemos unos tips para que armes tu propio disfraz de zombi, invirtiendo poco dinero y con elementos que tienes en tu casa.
Sabes que lo primero es recuperar esa ropa vieja o que no te pones hace mucho tiempo. Necesitas un pantalón cualquiera, sin importar el color mientras sean oscuros, nada de colores vivos y una camiseta. Si eres mujer, puedes hacer una variación con una falda y unos leggins debajo. La idea es que rasgues un poco la tela para que cuelgue, o ayudado con retazos de tela que puedes cocer a la camiseta, des ese aspecto de tiras colgantes y desgastadas.
Ahora si, la pintura. Las opciones son muchas, así que usa la que puedas conseguir y más te guste. Para la ropa, no olvides que debes usar pintura roja para hacerte huecos de bala, porque es verdad que a un zombi lo han intentado matar de varias formas. Has un hueco bien redondo y en los bordes, pon pintura roja y simula un regado hacia abajo.
Para tu cara, necesitas usar un poco de maquillaje cosmético y artístico si se puede. Tu piel debe verse en extremo pálida así que usa muchos polvos blancos y hazte unas ojeras muy oscuras con lápiz negro. Tus labios serán una combinación de colores entre morado, blanco pálido y rojo. Deben verse partidos, sin vida y ensangrentados.
En algunas tiendas venden sangre artificial que hasta es comestible, así que es una muy idea para este disfraz. Solo unta un poco en tus labios y escurriendo por tu mentón.
Recuerda que este disfraz se caracteriza por las heridas, así que debes hacerte varias. Por ejemplo, la más importante es la del cuello, porque generalmente una persona normal ha sido mordida por un zombi para luego convertirse en otro zombi. Recrea una herida abierta usando algodón, pegamento y pintura, también latex líquido. Agrega más sangre para que sea más dramática.
Las heridas se pueden distribuir en los brazos que es lo que puedes mostrar con facilidad. Y el resto, como tu cabello, debe ser desordenado y desagradable. Recuerda que la actitud es lo más importante, así que tienes que hacer ruidos agonizantes y que demuestren que tienes ganas de morder a la gente. Arrastra tus pies y muévete como si todavía te estuvieras muriendo.
Gózate la noche de Halloween y sácale provecho a tu disfraz!