Hay que tener claro que cualquier cosa puede terminar una relación, pero depende mucho de las dos personas, que tanto permiten que suceda, que no dejan que pase y sobre todo la manera como reaccionan ante cada situación, como manejan los problemas y de allí en adelante como se cambian las cosas que hacen daño para fortalecer la relación. Hablando de los celos, por supuesto que pueden terminar tu relación, pero la buena noticia es que se puede evitar.
Los celos son un sentimiento normal tanto en hombres como en mujeres, nadie escapa a eso pero lo que si es cierto es que se manifiestan de maneras diferentes en cada persona, unos lo controlan mejor y otros simplemente lo vuelven algo desmedido, de proporciones apocalípticas y es allí donde vienen los problemas. Porqué los sentimos? Ocurre que al empezar a tener ciertos sentimientos hacia una persona, queremos permanecer a su lado la mayor parte del tiempo. Nos sentimos muy bien con él o ella y hay un punto en el que cualquier actividad o plan suena perfecto mientras lo compartamos con esa persona.
Es evidente que no queremos perder eso, sobre todo si sabemos que de alguna manera es recíproco, así que es normal que no queramos que un tercero se meta en el medio, interrumpa y dañe semejante cantidad de emociones tan positivas. A veces, tan solo que un tercero inofensivo se acerque a preguntarle la hora a tu pareja, inmediatamente dispone tus antenitas y te deja súper alerta de cualquier guiño, sonrisa o manifestación de agrado entre ellos. Y es muy difícil mantenerse controlado pues no puedes reclamarle a tu pareja por cualquier cosa como estas, pues él o ella no ha hecho nada y no hay de qué acusar. Vivir en constante angustia, ansiedad y un físico miedo de perder a esa persona por culpa de alguien más es desgastante.
Pero hay que aclarar que al momento de distribuir culpas, no puedes caer en el error de pensar que tu novio o novia esta «mirando» otras personas todo el tiempo y que siempre está buscando como ponerte los cuernos. Tampoco puedes pensar que solamente es culpa de los demás que les gusta mucho tu pareja y siempre quieren tener alguna clase de romance con ella. No es tan sencillo y tampoco hay una regla por lo que es injusto y poco objetivo pensar así. Si tienes dudas (que es lo normal) analiza porque, si es porque no quieres perder a esa persona, está bien, pero si sientes esa inseguridad constante y está consciente de que tu pareja no hace méritos para eso o no te da motivos, entonces el problema lo tienes tu. Debes calmarte un poco y pensar que si está contigo es porque le interesas, porque quiere estar a tu lado y que a meneos que tengas todas las pruebas, no puedes armarle un show, menos a los gritos y en público porque miró a una chica bonita. Mirar, lo hacemos todos y no está mal mientras se haga con prudencia y sin mayores pretenciones, pues esté o no a tu lado lo hará.
Si tal vez las dudas que tienes son un poco fundamentadas, es decir, que ha habido ocasiones en las que sientes que tu pareja no debió haber hecho o dicho tal cosa a alguien más, es tiempo de que lo manifiestes, pero sanamente. Manifestar no quiere decir que apenas ocurra lo que te molesta, pongas tu máscara del mal genio, de la indiferencia y de los desplantes a tu pareja. Guarda la calma (aunque sea difícil) y busca un mejor momento pronto, para contarle a tu pareja como te hizo sentir lo que hizo, siempre hablando con tranquilidad, sin irrespetar a nadie y pidiéndole a tu pareja que trate de modificar las conductas que te hacen daño pues lo quieres mucho. Así marcaras la diferencia y harás lo correcto, pues entablar discusiones acaloradas, con gritos y reclamos solo hará que tu pareja se aleje más y no considere lo que le has dicho.
Recuerda que nunca tu pareja tiene porque «buscar fuera lo que no tiene en casa» así tenga motivos, siempre debe hablarse todo e intentar soluciones antes de tomar determinaciones personales que puedan dañar la relación.
La calma, la prudencia, la paciencia, la comprensión y cabeza fría pueden ser tus mejores aliados en cuanto de los celos se trata. Tómate 5 segundos antes de reaccionar, gritar, reclamar o mal pensar, procesa un poco y habla de lo que pasa pues solo tienes un momento para hacer lo correcto y no arrepentirte.