Los secadores, planchas, rulos, hebillas y cuanta herramienta o máquina se nos atraviesa, son increíbles aliados para obtener esa belleza que nos proponemos alcanzar a diario. Si tenemos cabello largo son muchísimas las opciones de peinados que tenemos por escoger, y nos encanta experimentar con ello. Sin embargo, es importante que escojas las herramientas que usarás con cuidado, para aprovechar su potencial al máximo o no sub utilizar algo demasiado complejo cuando casi ni la sacas del empaque. Pensemos en las planchas para el cabello y los consejos que debes seguir, para comprar la que más se ajusta a tu rutina de belleza.
Empecemos por lo básico, y es que teniendo claro el largo y volumen de tu cabello, te sirve mejor un tipo que otro. Las planchas pequeñitas y delgadas son súper útiles para llevar en tu bolso y te logran sacar de apuros cuando llueve o necesitas retocarte. También si tienes el cabello corto y llegar a tenerlo liso te es muy fácil y rápido, entonces este tipo de planchas son perfectas para ti. Que tal para meter en tu maleta de viaje? sin duda no ocupará mucho espacio y si te hará falta para lucir bien aún en vacaciones.
Ahora, para las de abundante cabello o quienes lo tienen largo, esas planchitas pequeñas no van a servir de mucho y si te tomarán demasiado tiempo. Es mejor que en tu caso, consigas una plancha de placas amplias y grandes.
Tu cabello no solo se identifica por su largo, si no también por la calidad de cada filamento y las formas que presenta. Si tienes un cabello delgado y que tiende a ser delicado, entonces la temperatura a la que funciona la plancha es vital, para evitar quemarlo. Algunas planchas tienen varios modos de temperaturas y también la posibilidad de alcanzar su máxima temperatura de manera inmediata y otras lo hacen poco a poco, por lo que si pasas la plancha por tu cabello muy rápido, tendrás que hacer varias pasadas, lo que maltrata quema y reseca tu pelo. Para cabellos más gruesos no importa aumentar la temperatura solo un poco más, ya que alisarlos requiere de más esfuerzo y ni que decir si son demasiado crespos.
Importante es que te fijes que el recubrimiento de las placas alisadoras sean cerámicas, ya que logran la transmisión del calor de manera constante y uniforme evitando quemar el cabello. De igual manera revisa muy bien el producto y asegúrate de que ambas placas cierren correctamente, para que cada mechón se aprisione entre ellas y garantice un mejor alisado.
Por último, siempre escoge marcas conocidas, no te decimos que la más costosa sino que prefieras calidad, que te cumplan con garantías, manuales de instrucciones y materiales resistentes. Lo que pones en riesgo es tu cabello y al final, terminarás comprando otro producto y será doble gasto.