Publicado por: @Melissa Ruiz el 08/19/2018
conflicto

Lo primero que hay que saber, es que las peleas entre una pareja son lo más normal que hay. No podemos decir que el ideal es llegar al punto mágico en que las dos partes se entienden a la perfección, tanto que no hay cabida para un sólo conflicto. Las peleas existen simplemente porque somos diferentes, queremos cosas distintas y está bien defenderlas. La diferencia entre una relación tóxica y una saludable es la manera como manejamos esos conflictos que jamás dejarán de existir, la tolerancia, la paciencia y la comprensión son fundamentales para éste propósito.

Empecemos por decir, que el estar en pareja significa que mientras dure la relación y dependiendo de tu nivel de compromiso, es necesario pensar siempre en los dos, no solamente en ti. Obvio, con esto no queremos decir que te olvides de ti, sacrifiques tus gustos, sueños y lo que quieres por la otra persona, no, solo que no puedes permitirte ni ser egoísta totalmente ni volcar tu vida hacia el otro. Como todo en la vida, el tener una relación se basa en la búsqueda del equilibrio más sano para las dos personas.

Cuando ocurre un conflicto, lo más sensato es tomarse 10 segundos antes de decir cualquier cosa. Esos diez segundos pueden salvarte la vida, pues puedes aprovecharlos para pensar rápidamente qué es lo que en realidad te molesta, que te afecta y a quien afecta. No busques «ganar» la pelea hablando más fuerte o con las groserías más ofensivas, pues aún estando de mal genio podemos ser respetuosos, sobre todo porque se trata de  la persona que queremos y aún bajo esas circunstancias, lo merece.

Tampoco intentes echar y repartir culpas a los demás, si no estás listo para admitir las tuyas. Si lo haces, con seguridad la otra persona podrá pensar que está con alguien maduro y capaz de ser humilde y sensato, llevándola a ser igual. Lo mejor es tratar de llevar una comunicación constante y sincera, que lo que te moleste lo expreses con confianza y amor antes de dejar acumular problemas que luego siempre van a explotar.

Lo cierto es que, suena difícil, pero no es imposible, solo necesitas dar el primer paso, como que la próxima vez que entres en conflicto, ahorres el volúmen alto de tu tono, o evites ser agresivo. Ya la segunda vez, repetir esto será más fácil, y a la tercera estarás listo para un siguiente paso. El cambio a nivel físico también es evidente, ya que pelear agota, te genera migrañas y tensiones musculares. Así que es mejor retirarse y dejar que pase la rabia, o tratar de ser más fuerte y dominarla, evitando que sea la rabia quien te controle a ti.

Empezar lo antes posible, y no solo en tus conflictos de pareja si no con los demás, asegura que te mantengas en paz mental y física, sobre todo adquiriendo experiencia para tener una inteligencia emocional más equilibrada.